1922 –  EL MITIN DEL DOMINGO

PROTESTA CONTRA LA SINDICACIÓN FORZOSA

 

El domingo se celebró el anunciado mitin por la Federación Regional del Trabajo de Mallorca y la Federación Local.

 

El acto principió a las once de la mañana, presidiendo el compañero Jaime Bauzà, quien con sentidas frases manifestó el objeto del mismo, exponiendo ante los compañeros reunidos la necesidad de intensificar la propaganda contra los viles hombres del capitalismo.

 

A continuación hizo uso de la palabra el compañero Alejandro Gilet, quien con palabras convincentes abogó por la abolición de los atropellos cometidos contra la clase desheredada.

 

El compañero Matías Mas hizo alusión a lo que es el ideal postergado por la plutocracia, quedando demostrado, una vez más, el sentir del proletario que se rebela contra todas las injusticias inhumanas.

 

Acto seguido hizo uso de la palabra el compañero Ignacio Ferretjans, diciendo que el problema sindical no se había de inmiscuir con la política por entender que esta absorbía dentro las organizaciones la unión y fraternidad de los proletarios.

 

El compañero Pons Anglada, delegado por la Federación Regional y el Sindicato de Laborar Madera, puso de manifiesto el atropello que significa para la clase trabajadora la sindicación forzosa, y con facilidad de palabra censuró enérgicamente la inconcebible conducta del Gobierno respecto los presos gubernativos y la criminal batida de las autoridades contra los trabajadores conscientes. Terminó invitando a los obreros a unirse contra tales arbitrariedades gubernamentales.

 

Resumió el compañero Jaime Bauzà, patentizando las vejaciones y la tiranía de los poderes constituidos contra los trabajadores, dando la sensación del crimen ante el pueblo español, donde se vive sin garantías constitucionales, estando las cárceles llenas de obreros presos, sin haber cometido delito alguno.

 

Todos los compañeros fueron calurosamente  aplaudidos, aprobando todos los obreros las manifestaciones de los mismos, terminando el acto sin ningún incidente desagradable.

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    CULTURA OBRERA nº 132

    25 de febrero de 1922