18 de marzo de 1871

La gloriosa jornada llevada a cabo en ese día por nuestros camaradas los comuneros de París a favor de su emancipación política y económica señalaron la ruta a emprender por la clase obrera mundial; contándose en la actualidad por millones los proletarios que, inspirados en las doctrinas de aquellos grandes héroes, hállanse aprestando para no en lejano día, proclamar la Commune en todos los estados del mundo.

Si el primer paso dado por los obreros parisinos para sacudirse la tiranía que la oprimía espantó a aquella inepta burguesía, la cual valiéndose del infame Thiers consiguió materialmente exterminar a cuantos tomaron parte activa en la defensa de la Commune, ¿qué no sucederá a la burguesía de hoy al decidirse el proletariado aleccionado, a convertir en realidad su aspiración?

Podrán resucitar nuevos Thiers y demás compinches con cuantos refuerzos crean conveniente, sin que logren, como consiguieron con las tropas de Versalles, la horrorosa hecatombe que realizaron.

La salvaje represión de la Commune con sus 30.000 víctimas inmoladas por el feroz instinto de sus perseguidores, sirvió para abonar el campo en que había de fructificar la semilla de la doctrina socialista.

En el día de hoy, toda un clase de orbe civilizado, la oprimida, se levanta decidida a conmemorar tan gloriosa jornada a la vez que condenar no solamente a los ejecutores de los comuneros, sino que también para fustigar a la clase dominante como única responsable del mal estar general que hoy sufre el productor, el asalariado.

Y al declararnos ardientes defensores de la proclamación de la Commune, saludamos también el nuevo día que ha de redimir, mediante el triunfo del Socialismo, a la Humanidad.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 470, 18 de marzo de 1911

 

fideus