Bernardo Galmés
Conocemos el temple de Galmés y el arraigo
profundo que en su conciencia tienen las ideas
socialistas y ello nos da la seguridad de que en
la difícil situación de ahora no ha de faltarle
serenidad ni espíritu de sacrificio para
soportar con valentía todas las consecuencias
que puedan derivarse del Consejo de Guerra que
ponto le juzgará. Todas las causas grandes han
necesitado siempre de sus mártires para triunfar
y de esto está bien convencido el joven Galmés.
Mas cuando un compañero como Galmés, que
sacrifica su juventud y sus recreos en aras del
socialismo y de la causa obrera, que contando
solamente unos 24 años de
edad hace unos seis o siete que todas las
noches y días festivos los dedica por completo
al estudio y a la lucha por las ideas, que con
ser tan joven se ha visto ya tres veces envuelto
en procesos por la misma causa, que debido a su
gran voluntad y a su vocación por el estudio ha
alcanzado una cultura poco vulgar entre los
trabajadores palmesanos, llegando a conocer
bastante bien las teorías científicas del
socialismo, que de analfabeto absoluto ha
llegado a ser uno de los mejores y más asiduos
redactores del
EL OBRERO BALEAR
Si Galmés es condenado, que lo será, ¡vaya si lo
será! Pensemos que su pobre madre, además del
disgusto de ver a su querido hijo encarcelado
perderá el sustento, y pensemos también que el
rancho de la cárcel no deben comerlo más que los
ladrones y asesinos, no aquellos hombres que el
motivo de estar encarcelados es precisamente por
hacer bien a los demás hombres que el motivo de
estar encarcelados es precisamente por hacer
bien a los demás hombres, por rebelarse contra
las injusticias sociales; por legar a los demás
el patrimonio de la libertad, esa libertad por
la que tantísimos hombres han dado su vida y por
la que nuestro camarada Galmés seguramente
tendrá que soportar las duras penalidades de la
prisión.
No, al lado del compañero Galmés debemos estar
todos los trabajadores palmesanos del mismo modo
que todos estuvieron al lado mío en el asunto
Estrany. Si víctima fui yo de las persecuciones
de un patrono víctima será Galmés de otras
persecuciones más odiosas aún que aquellas. No
olvidemos que el enemigo del obrero no es
solamente el patrono, es todo el régimen
patronal con las instituciones que lo sostienen
y una de esas instituciones es la que persigue y
la que juzgará y condenará a Galmés.
Preparémonos pues para ayudarle con todas
nuestras fuerzas morales y materiales a fin de
que en su probable infortunio no le falte ni a
él ni a su madre lo que nuestra vergüenza obrera
no debe permitir que le falte: Solidaridad.
Núm. 808, 3 de agosto de 1917
|