SOCIEDAD DE CURTIDORES

Huelga. Intereses encontrados

El ejemplo que hoy nos ofrece el actual conflicto de curtidores de esta ciudad, demuestra lo acertado de nuestras aseveraciones cuando por medio de nuestra propaganda socialista exponemos a la clase trabajadora el antagonismo existente entre los intereses de éstos y los de la clase patronal o capitalista; cuyo efecto es el resultado de la lucha de clases que se origina de la constitución del presente régimen individualista, basado en la explotación del hombre por el hombre.

El mero hecho de que la clase productora reclame de los patronos una medida que aquellos creen beneficiosa, hace que éstos prescindan de sus opiniones religiosas o políticas y se unan ante el temor de que sus intereses sean mermados; procedimiento que es adoptado desde el patrono más reaccionario hasta el más radical, pues en este punto no hay disparidad de criterio, porque la lucha es de clase a clase, de explotados y explotadores. Y así como los primeros se sirven de la solidaridad de su misma clase para poder continuar luchando hasta vencer en lo que ellos creen de justicia, los segundos tienen a su disposición cuantos medios crean eficaces para dificultarles el triunfo; por algo los gobiernos son representantes genuinos de la clase capitalista.

Que lo que decimos es verdad, lo demuestra claramente la determinación adoptada por las autoridades locales el primer día de la declaración de la huelga, dado el exceso de fuerzas que invadió el barrio de la industria de curtidores, en previsión según ellos, de la alteración del orden público; cuando su objeto no es otro que el velar por los intereses de sus representados, en detrimento de los desposeídos.

Las enseñanzas que se desprenden de estos hechos, son de utilidad grande para la clase trabajadora, las que no debiera olvidar en los sucesivo hasta convertirse en verdadero defensor de los intereses de su clase.

Entre los diferentes patronos que se muestran contrarios a la petición de una hora de rebaja en la jornada, los habrá de diversas tendencias políticas, sin embargo durante los períodos de luchas electorales ¿cuántos obreros hay que habrán luchado a favor de sus patronos, creyendo interpretar su deber? ¡Cuan equivocados están?

Mientras, subsista el régimen de explotación, la lucha de clases invadirá todos los órdenes de la vida y por consiguiente, si en el terreno económico la clase patronal desempeña el papel de enemiga, en el terreno político no puede presentarse como amiga: pues mientras unos defienden sus intereses colocándose en contra de los de los otros, y al procurar llevar gran número de representantes burgueses en los diversos organismo que rigen la nación, lo hacen en provecho exclusivamente de clase.

Por tanto los explotados sólo deben confiar de las fuerzas que les puede proporcionar la unión de su clase para salir airosos en su empresa. En la presente ocasión, los huelguistas curtidores sólo tendrán a su lado los obreros organizados, y una de las circunstancias que puede contribuir al logro de sus aspiraciones de momento, es la solidaridad que estos puedan prestarles. A practicarla deben acudir cuantos de veras trabajan para implantar un régimen más humano.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 452, 5 de noviembre de 1910

 

fideus/