A LOS CURTIDORES HUELGUISTAS Un saludo y un abrazoLuenguas tierras y extensos mares, me separan de vuestro lado, queridos obreros huelguistas; no así mi pensamiento que, como nunca, lo dedico a la causa del trabajo, especialmente ahora a vosotros en el movimiento presente. Lealtad, nobleza, razón, son vuestras armas de combate en la conquista que pretendéis, victoria que anheláis alcanzar, obteniendo la justa disminución de trabajo y el justo aumento de salario. Llamaros victoriosos conseguiréis no desertando, no desmayando, cual en el transcurso de las sietes semanas que en pie de guerra lleváis. Es sobrado juta la petición, basta ya de explotadores y explotados; ha llegado ya, aunque con retraso la hora de imponeros, de decir al egoísta patrono, que ya no sois aquellos mansos corderos descarriados (pues como tal os tenían); que hoy todos os halláis replegados y dispuestos a la lucha y que en la bandera que ondea en el fuerte de vuestras defensas, se lee: Unión, Libertad, Igualdad y Justicia; y que cual en guerra serán vuestros pertrechos; que la paciencia tiene sus límites y que ellos han traspasado la línea, pero que vosotros haréis retroceder, hasta posesionaros de la que por derecho igualitario, por el propio, os pertenece. No desmayéis, nunca; proseguid en lo intentado, si de pronto no avanzáis, que siempre se avanza, no pensar jamás en la retirada; pero antes de llamaros prisioneros, un recurso os queda, el acudir …. a la nefasta emigración y buscar en ella lo que vuestra Patria os niega ¡el vivir! Recurso salvaguardia que solo la Monarquía os brinda y que es la deshonra de España. Para poderos llamar victoriosos, continuad vuestra acción y no os desaniméis, porque entonces, iría al aprovechamiento del patrono, para dar la última vuelta a la Clavija del yugo que os oprime ¡Alerta pues! La gente imparcial y sensata, ha visto y ve con satisfacción vuestra huelga, diáfano vuestro objetivo y aplaudible vuestro noble proceder en transcurso de la misma; ya veis, que además de llevaros al ánimo os procuran socorros que apoyan vuestro fondo de resistencia, y ahora solo en vosotros estriba la victoria; y tener por entendido que, única; el marinero da mejores pruebas de serlo que en medio de la tempestad; y si vosotros ahora llegáis a llamaros conquistadores, daréis pruebas convincentes de que sois buenos obreros ¡Adelante pues! Como os considero, amados obreros honrados, sangre de mi sangre y carne de mi cuerpo y quien os favorezca a vosotros me favorece a mi, porque vuestro ideal es el mío, me hallo en el deber de dar gracias públicamente a estas caritativas personas que en tiempo dado, momento de lucha, socorren, y a vosotros os saludo y os mando un abrazo sincero, cual el ideal que sobre nuestras cabezas se mece, por vuestro comportamiento y tesón demostrando en la batalla que libráis. No desmayéis, os recomiendo, resistir todo ataque del enemigo, procurar tenerlo a raya, y siendo así, además de abrir paso al bello ideal que es el único abogado defensor con que cuenta la clase obrera, conseguiréis sirva de estímulo al obrero, que en atención a miras caciquiles no se halla asociado, para que se asocie y milite en las filas que vosotros guerreáis, y así contaréis con una ayuda más para empuñar, cual vosotros, las nobles armas, Unión, Igualdad, Libertad y Justicia. Salud y Progreso Huy, (Bélgique) 4-12-1910 A. Pérez Asenjo Núm. 457, 17 de diciembre de 1910
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