MITIN ELECCIONES EN MANACOR / 1907
El domingo día 14 a las dos y media de la tarde celebrose un mitin de propaganda electoral llenándose el local de asistentes.
Presidió el compañero Blanqué, el que después de dar a conocer el objeto del acto dijo: Acudimos a las urnas, no con la esperanza de sacar triunfante el candidato que presentamos porque aún somos pequeños, sino porque así nos lo señala la organización general de nuestro Partido. Por consiguiente, todos los que pertenecen a la clase explotada tienen el deber de velar por sus intereses, puesto que los explotadores disponen de todos los medios para oprimir al productor, dando esto lugar a que, por medio de la inicua explotación que se ejerce vivan los burgueses a costa de los trabajadores.
De nada ha servido a estos que constituyeran cooperativas de consumo y sociedades de resistencia, pues si en parte consiguieron ventajas, el Estado representante de la clase explotadora ha sabido ponerles obstáculos que, para poderlos contrarrestar ha sido preciso crear un partido político opuesto en un todo a los burgueses, y este ha sido el Partido Socialista. Con la acción política puede la clase obrera obtener leyes que les favorezca su causa, y para conseguirse, es preciso que los explotados trabajen siempre unidos en contra de los que nada producen.
Soler, después de saludar al auditorio, dice que siendo injusta la actual Sociedad, es preciso ira a su transformación. Si en un momento no pueden los obreros ponerse en común acuerdo para transformar el presente régimen, pueden sin embargo todos los conscientes, demostrar la indignación que causa un régimen que, mientas permite que unos gocen de todo, deja perecer a los más. Por lo mismo se hace preciso que todos los obreros tanto manuales como intelectuales trabajen y se sacrifiquen para redimir a la humanidad. A nuestro favor tenemos el Progreso que nos invita a que le sigamos; si por nuestra parte hacemos algo en este sentido, cabemos la seguridad de que no retrocederemos. Así es que el próximo domingo, si en nosotros hay deseos de mejora, acudiremos todos a votar contra los partidos burgueses.
El señor Ramis profesor de la Escuela dice; había asistido a este acto como simple espectador, pero a veces hay circunstancias que obligan al individuo a que hable. Sin ser socialista, voy expresarme en pro de la causa obrera. Los obreros de esta casa, de cada día muéstrense más ignorante; el día más importante es el día de elecciones, de ellas depende nuestro bien estar, y sin embargo parece que los obreros hacen poco caso, por cuanto en este local no senota la asistencia de otras veces. El domingo próximo vais a nombrar los que minuciosamente revisaran vuestros intereses con el único fin de hallar un medio para acortar vuestra ración; no os diré que votéis a tal o cual partido, pero si os digo que votéis a tal o cual partido, pero si os digo que votéis al partido que defiende vuestros intereses, y venís obligados a ello. Los burgueses si quieren ser diputados es para llenarse los bolsillos, pues de ellos no se puede esperar nada bueno porque no han trabajado nunca ni saben que son penalidades ni miseria; pues a pesar de todo se ve como los elegidos siempre son burgueses, sirviendo por consiguiente los obreros, de medio para encumbrarse aquellos. Los gobiernos siempre legislarán a favor de la clase que representan; si vosotros queréis evitar las guerras, obtener una buena legislación que responda a todas vuestras necesidades no tenéis otro remedio que trabajar siempre a favor del Partido Socialista.
Marí de Palma dice; siempre se habla al pueblo, de la tierra de promisión, de la paz y felicitad que se disfrutará en cuanto a ella se llegue. Y es preciso hacer saber a este pueblo explotado que, antes de saborear el fruto apetecido ha de pasar muchos sacrificios y sin tener un momento de descanso mientras libre la batalla con su adversario. Demuestra al auditorio la necesidad que los explotados tienen de valerse de la acción política y la táctica que deben de seguir para evitar retrocesos en los organizaciones obreras. Termina diciendo, no confiéis nunca de vuestros adversarios, pues las mejoras sólo las conseguiréis por vuestras propias fuerzas.
El Corresponsal
Núm. 334, 20 de abril de 1907
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