MARRATXI (Cooperativismo) 1906
Con motivo de la constitución de la Cooperativa de consumo en este pueblo, los burgueses y su camarilla están dándose a todos los diablos. En un principio, creianse los muy vivos que la cooperativa solo tendrá un mes de vida; por aquello de que consideran los obreros asociados algo menos que borregos. Pero, después de haber apelado a medios bastante bajos, y visto el fracaso de su ensayo, han comprendido que estos borregos no son de los que forman rebaño, y, se han decidido a dar el golpe mortal cuando se presente mejor ocasión.
La indignación u odio que contra los obreros asociados sienten no pueden ocultarla, y aprovechan todas las ocasiones para demostrarla y quedar en el ridículo como ha sucedido recientemente.
Con objeto de la celebración de un baile el domingo último en Portol, varios obreros indicaron su conformidad de invitar a la bande de música del Centro Obrero de la Cabaneta, pero enterado un burgués del propósito que se trataba de llevar a cabo, intervino en el asunto, prometiendo de su parte proporcionar otra banda de música mejor sin para ello tuviesen que gastarse un céntimo.
El señor Guillet, que es el burgués que por ahora va a la cabeza de los cabezudos, hizo venir a la banda del Pont d’Inca, satisfaciendo de este modo sus intentos mujeriles. La música tocó en Portol y cuando terminó el baile, pasaron a la Cabaneta, donde hubo música hasta que se hincharon los músicos. Mientras la banda de música tocaba en las casas favorecidas, había que ver a los zánganos henchidos de orgullo y rebentando de gozo por tener el privilegio de ser honrados con un tocata. AL autor de la hazaña no lo mencionamos, pues el lector podrá hacerse cargo de los delicado que se hallaría en tales momentos!
oooOooo
El domingo día 10 por la tarde, en el local de la Cooperativa se organizó un baile que estuvo concurridísimo; amenizaba el acto la banda de música del Centro Obrero. Las parejas que más se distinguieron, fueron el joven Pedro Mas que bailó una jota con las jóvenes Esperanza Rotger y su compañera Antonia, que valió un nutrido aplauso.
Durante el acto, los socios obsequiaron a todas las mujeres, reinando la más fraternal armonía.
Por las inmediaciones de la Cooperativa hallábanse los burgueses pataleando; pues su rabieta llegaba al colmo, al ver la enorme concurrencia que llenaba el local.
Sin lana
Núm. 291, 23 de junio de 1906
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