Correspondencia / Pollensa

 

Según noticias adquiridas de esta importante villa, prepáranse lo beatos y beatorras, asuzados por la gente de “faldones negros”, a dar una “batida a muerte” a todas aquellas personas que tienen la “osadía” de leer los semanarios, El Ideal republicano, y EL OBRERO BALEAR socialista.

 

Y en demostración de que la “ola negra” está dispuesta a hacer desaparecer la prensa liberal de Pollensa, basta enterar a nuestros lectores de que por lo pronto han amenazado en quitar el trabajo a cuantos obreros lean los semanarios citados. Al repartidor de la indicada prensa, hasta le han ofrecido diez pesetas semanales si dejaba de servir aquellos semanarios al público.

 

Como se ve, nuestros “buenos cristianos” de esta villa, confían obtener más fructíferos resultados apelando a medios bochornosos que si han de esperarlo de la virtud de sus plegarias; y esto en verdad, dice muy poco a favor del todopoderoso a quien suponen omnipotente y árbitro del universo. Por consiguiente, una de dos; o es pira falta cuando habéis venido diciendo de la religión que decís profesar, o del contrario no sois dignos de ser atendidos en vuestras ruindades.

 

Porque si los cristianos buenos aman al prójimo como así mismos, no se os puede contar a vosotros entre ellos; porque eso de amenazar con el hambre a quienes no aceptan como buenas vuestras teorías, es el colmo de la maldad, y muy malos debéis ser cuando tales armas esgrimiis.

 

Por tanto hemos de manifestar a nuestros compañeros de Pollensa; que no tomen en serio las amenazas de la clerigalla, pues en cerca de “dos mil años” que vienen predicando amor entre los hombres, aun es hora en que tal amor ha de hacer su aparición, y si no, obras son amores; notad lo que ellos hacen: sembrar la guerra para aprovecharse después a sus anchas.

 

Y siendo esto verdad, porque la clerigalla es la primera en dar mal ejemplo al pueblo, prescindid en absoluto de ellos y seguid como hasta aquí predicando la doctrina socialista, que esta es la que enseña a amarse a los hombres y a perfeccionarnos hasta lograr a hacerles enteramente libres, honrados y laboriosos. Y como tal doctrina no conviene a estos zánganos de colmena que hasta ahora han venido viviendo del sudor del productor, recurren a los medios más indignos para combatirla.

 

Pero como la semilla que han venido esparciendo durante veinte siglos aún no ha fructificado, resulta que ya no confían del fruto “esperado” y se valen de procedimientos, para hacer prevalecer su fracasada doctrina, que cualquiera de vosotros detestaría por deshonrosos.

 

Por tanto, adelante y no desmayéis, la conducta de los beatorros demuestra que vais ganando adeptos y temen quedarse solo y a oscuras.

  

EL OBRERO BALEAR

Núm. 459, 31 de diciembre de 1911

 

fideus/