CARTA ABIERTA

    Al Sr. presidente de la Junta de Reformas Sociales.

  Llorenç Bisbal

Muy señor mío: en uso de un perfecto derecho me tomo la libertad de dirigirle la presente carta para que se digne, si le place, contestarla públicamente o en la primera reunión que celebre la Junta de Reformas Sociales de que es V. presidente, si es que algún día su liberalísima y absoluta voluntad le dicte convocarla.

Como pienso dirigir a V. mas correspondencia, en la presente me concretaré únicamente en hacer le las siguientes preguntas:

¿Cómo es que el Sr. Calvet no ha convocado la junta arriba mencionada, a reunión, a pesar de haberla pedida más de una tercera parte de los vocales que la componen? ¿Es que todo un señor alcalde de una capital de provincia desconoce el precepto legal que le obliga a dar curso a la petición de estos, o es que ha querido ponerse dicho precepto por montera? Si es lo primero ¿no le parece al Sr. Calvet que lo lógico sería que dimitiera su cargo, por desconocer los deberes inherentes al mismo? Y si lo segundo ¿no es V. acreedor a una enérgica censura?

Por otra parte, ¿hasta cuando no va a resolver el asunto, tantas veces discutido ya, de los panaderos, referente al descanso dominical? No ve el señor alcalde que los trabajadores panaderos se hallan ya irritados de su proceder y que de no enmendarse pronto, pero muy pronto, van a tomar medidas más extremas que podrían acarrear graves consecuencias a toda la población, de las cuales sería V. el primero y único responsable? ¿Es que no carece de certidumbre el rumo que corre de que su conducta apática e indiferente en este asunto y por tanto favorable para los patronos panaderos y perjudicial para los trabajadores, obedece a que uno de dichos patronos, que es concejal del Ayuntamiento y vocal indigno de la Junta de Reformas Sociales ha logrado someter a V. a su capricho y malévola voluntad?

Y por último, ¿Cuántas multas por infracción al descanso se han hecho efectivas desde que V. ocupa la presidencia de la Junta? ¿Qué curso ha dado a las denuncias hechas por algunos vocales y varios dependientes de comercio y obreros panaderos?

¡Hasta cuando, Sr. Alcalde, hasta cuando, va a abusar del principio de autoridad, de la cordura y paciencia de la Sociedad de obreros panaderos y de los vocales obreros de la Junta Local?

Hasta que unos y otros tomemos acuerdo radical, que no tardaremos mucho tiempo.

Nada más por hoy, Sr. Calvet.

Su amigo y vocal de la Junta de Reformas Sociales de esta ciudad.

L[orenzo] B[isbal]

EL OBRERO BALEAR

Núm 296, 28 de julio de 1906