El ambiente progresa

Desde mi último artículo en contra de la denigrante  Ley de Jurisdicciones, el ambiente que hemos ido formando los que detestamos de leyes, que si sirven para algo, es para  dañar, ha progresado, y es natural que así sea; por cuanto lo que nosotros queremos que se derogue, es un absurdo que hace que la Europa comience en la frontera pirenaica.

Las opiniones que hombre de preclaros conocimientos jurídicos han expuesto en periódicos y mitines, da clara idea de lo que es este engendro liberal, y los que hayan leído esas opiniones verán la razón que asiste a los que iniciaron protesta tan viril y llena de verdad como esta que vamos llevando a cabo.

Desde el primer día en que la prensa notificó al pueblo la campaña que se iba a emprender, no tan sólo la intelectualidad se hizo eco sino que el pueblo que, atiende a los asuntos de trascendencia con preferencia y aún los que, por mero hecho se cuidan de la marcha de la nación, se impregnaron de tal modo de la semilla fructífera que echaron los que creen un mal para la prosperidad y engrandecimiento de España leyes jurídicas como la que nos ocupa, que hoy son cada uno de ellos un adalid en defensa de la campaña genuinamente altruista que en bien de la España decaída, de la España pobre han hecho los socialistas secundados por los verdaderos patriotas.

Ya lo dijo que era la monstruosidad misma dentro la virginidad de ideas, y tan monstruo es, que no lo concibieron Nerones o Césares, tan sólo lo concibió el hombre débil, el hombre plañidero, la mujer de la carta que por gobernar tuvo que elaborar el látigo reaccionarismo entregándolo a una institución para poder de este modo castigar al antojo de unos artículos dictados ebulliciones sanguinolentas, las cuales no podían pasar sin ver que sangre noble, salpicara las letras muertas de esa ley, que uno o más hacían revivir parapetados con la palabra Justicia.

La incivilización de España se demuestra bien claramente con dicha ley, El día 23 de marzo habrán pasado cinco años desde su promulgación; cinco años que el escritor, el orador y todo aquel que de ideas habla ha sentido sobre sus costillas su peso por poco que se haya descuidado en su crítica o exposición. Hora era ya, de que llegase este clamoreo que la Europa civilizada habrá oído con gusto, y justo es si queremos europeizarnos, no desmayar ni un momento en esa lucha titánica emprendida para quitar de España la afrenta que le impuso el partido liberal.

La incivil promulgación de tan nefasta como draconiana ley, basta por si sola para desacreditar al partido que la concibió, ahora ¿qué le toca hacer para que la masa liberal se convenza de que fue un desacierto fenomenal; que fue una imprevariación del que entonces era poder? ¿Qué le toca hacer para que la opinión liberal se unifique con el jefe de entonces? Derogarla sin tardar, antes que el pueblo proteste enviando mensajes al Sr. Canalejas que denoten la opinión que se tiene de tan bárbara ley. ¿El Sr. Canalejas que es actual jefe del Gobierno y tiene la jefatura del partido liberal, lo hará así? No lo creo, pues lleva en su locuaz palabrería la intención de no derogar ley que tantas víctimas causa sin razón de ser. Y me objetaréis, ¿en su palabrería y, no ha hecho mención alguna sobre tan importante campaña que hacemos? Pues en eso, en su silencio, en su no decir nada sobra tan importante cuestión, está su contestación, que es la de no hacer nada y dar un mentís a los que creemos que nos gobierna un leal demócrata.

El Sr. Canalejas que es la perfección exacta del Sr. Maura, pero con la agravante de que va vestido de hipócrita, da oídos muertos al clamor que ya tanto ha progresado contra la ley de Jurisdicciones, y no hará nada para la pronta derogación de tan incivil acto, porque Maura que, con dicha ley manchó sus manos e hizo regar de sangre honrada el suelo patrio, cree, y así debe pensar él, que ya que, ley de tal clase se le hizo para que le manejare a su antojo, justo es que, aún subsista; pues con ella quiere aún amordazar al que se atreva a chistar. Más va muy equivocado, pues aunque Maura gobierne por medio del hablador Canalejas, el ambiente que se ha formado contra ese enjuto de artículos jurídicos es tan grande, tan extenso y formidable que si antes del 26 de marzo, el Jefe del Gobierno no ha hecho nada, como así hace suponer su silencio, en tal día caerá bajo la acción avasalladora de la intelectualidad española y del pueblo que cansado de su acción lacayuna exigirá de un titulado democrata, un acto que acredite las palabras que en el ocausto de una democracia soñada por él ha vertido día tras día, año tras año.

El 26 de marzo, día señalado para que en formidable conjura de protesta caiga para siempre una ley que aprisiona la noble exposición de ideas y críticas, el pueblo español y para lo que toca a Mallorca, los mallorquines todos, debemos hacer profesión de fe creyentes en que, la absurda y odiada leu que nos ocupa, es bárbara, y por lo tanto, debemos todos los que amamos el modernizamiento de lo humano, y abogamos por el altruismo de las cosas y la europeización de España, ir a los actos que aquí se celebren protestando con vibrante voz, de ese absurdo jurídico con un grito unánime de ¡Abajo la  Ley de Jurisdicciones!

Enrique Frau

EL OBRERO BALEAR

Núm. 469, 11 de marzo de 1911

 

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