ALOCUCIÓN PRONUNCIADA POR EL RVMO. PRELADO D. JOSÉ MIRALLES ANTE RADIO MALLORCA LA NOCHE DEL 8 DE SEPTIEMBRE Memoria Civil, núm. 25, Baleares, 22 junio 1986 Bondadosos radioyentes: Contrariando mi vida de constante retraimiento de la agitación pública y total absorción por los deberes de mi ministerio pastoral, cedo esta noche al insistente amable ruego de Radio Mallorca, para transmitir a cuentos tienen la bondad de oírme el júbilos de todos los mallorquines por el grandioso triunfo obtenido, gracias a la protección del Santo Cristo de Manacor y de la Santísima Virgen de la Salud -cuya fiesta celebra hoy Palma- y merced al esfuerzo de nuestros heróicos defensores, contra los enemigos de la Religión. de la sana Moral y de la integridad de la Patria española. Al iniciarse, en 18 de julio último, el movimiento salvador de España y sofocar en germen el espantoso complot preparado para el día 31 por el comunismo, Mallorca permaneció fiel a la causa del orden social, del levantado patriotismo y de la fe sacrosanta de nuestros mayores. Esta fue entonces su conducta, ésta ha sido su constante actuación, y éste ha sido su máximo pecado ante quienes, dándose siempre por amigos y preciándose no pocos de ellos de ser nuestros protectores, en correspondencia a la civilización cristiana que ayudaron a traer Don Jaime I recibieron siempre de nosotros excepcionales muestras de cordialísima deferencia. Les dimos la prosa catalana, fijada para la expresión del saber científico por la pluma del Beato Ramón Llull, les dimos nuestros cartógrafos y navegantes empresas; de nosotros obtuvieron filólogos y poetas como Mariano Aguiló, Ramón Picó, Miquel Santos Oliver, y la flor y nata de vates que serían honor de cualquier literatura, como Miguel Costa y Llobera y Juan Alcover Maspons (...) Sin mediar, como digo, provocación, ni intento de ella, desde el jueves 23 de Julio hasta el domingo 23 de Agosto, Palma ha sufrido 19 bombardeos por aviones catalano-menorquines, siendo los más crueles el del martes 28 de Julio, fiesta de Santa Catalina Thomás, y el de la madrugada del domingo 2 de Agosto hasta el viernes 4 del actual Septiembre, hemos sido objeto de continuas agresiones en forma d copiosos desembarcos de enemigos, protegidos por la aviación y la escuadra rojas, desde el fondeadero de Porto-Cristo hasta las frondosidades de Pula, entre Son Servera y Capdepera, hechos con todo lujo de preparación, con toda clase de selectos materiales, con toda aquella pasión insana que han bombardeado a San Llorenç d'es Cardessar, asolando a So'n Carrió, destruidas las iglesias del Puerto de Manacor y San Miguel cometido crueldades que ni en el centro de Africa, y profanando horrendamente imágenes sagradas y objetos de culto con ensañamiento superior al de los tiempos de los iconoclastas y calvinistas (...) |
Josep Miralles, bisbe de Mallorca, saluda a Alfonso de Zayas, cap de Falange i líder polític de la rebelió, amb ells destaca la figura del sacerdot que porta una creu blanca al pit Julià Adrover Llaneres intèrpret i traductor del comte Rossi i destacat activista de la repressió
La dolorosísima serie de días pasados desde la segunda mitad de Julio, ¿será importante etapa de los sufrimientos de Mallorca, o el avance definitivo hacia una paz tan anhelada como angustiosamente estuvo perdida por nosotros? Secreto es de la inescrutable Providencia de Dios; pero el despertar vigoroso del patriotismo mallorquín, la vibración del espíritu religioso traducido en evidentísimos cuanto consoladores hechos la formación de una conciencia ilustrada por los resplandores siniestros del odio, de atropello y de devastaciones sin nombre, indicios son de que, si por desgracia llegara a agravarse el mal material, la espiritualidad vigorizará nuestros corazones, y nos sotendrá en los duros trances, y nos animará para conquistar el sumo beneficio de la paz y la justa consideración que deseamos merecer ante las naciones civilizadas. Ayúdennos todos con sus simpatías, con sus estímulos, con sus fervientes oraciones; ayudémonos todos con creciente exactitud en el cumplimiento de nuestros respectivos deberes; y, con la protección divina, el triunfo que acabo de anunciaros, será seguido de otros más esplenodoroso, y no tardará el día en que Mallorca, la Isla de Santa Catalina Thomás y de San Alonso Rodríguez y del Beato Ramón Llull, la Isla de las Vírgenes de la Salud y de Lluch, de San Salvador y Cura, y del Puig de Pollensa y la Victoria de Alcudia, la Isla de Miramar y de Formentor y de las Cuevas de Artá y del Drach, vuelva a ser la tierra predilecta del sano turismo y la acogedora de todos sus entusiasmados visitantes, y aquella Isla de aquella calma en que, según San Agustín, está cifrada la verdadera paz: "la tranquilidad en el orden" (...)
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