El thé de la Juventud Socialista

A la memoria de Ferrer Guardia

  

Tuvo efecto el último domingo, día 16, a las cuatro y media de la tarde, en el local del Centro Obrero, con asistencia de gran número de trabajadores.

Después de hacer tomado café, usó de la palabra el compañero que presidía el acto Miguel Porcel. Manifestó que a los concurrentes les extrañaría de que él presidiera, toda vez que no pertenece a la Juventud Socialista, pero que lo hace por habérsele cedido la presidencia.

Hace historia de Ferrer y dice que cuando el atentado regio, ya escogieron los reaccionarios a Ferrer, para atribuirle el atentado con objeto de condenarle, cosa que no pudieron conseguir por no haberle podido probar nada de lo que se le atribuía.

Acusa a Maura y La Cierva de haber sido los que fusilaron a Ferrer, para complacer a la reacción reinante que está sedienta de sangre inocente. 

Termina diciendo que Francisco Ferrer fue el fundador de la escuela de la verdad, que va preparando los hombres del porvenir.

El compañero Juan Gomila, presidente de la Juventud, dice que tiene el deber de tomar parte en el acto debido al cargo que ocupa, manifestando a la vez que esta falto de condiciones oratorias pero no importa eso para impedir que dedique un recuerdo a la víctima de la reacción, terminando dando un ¡Viva la Escuela Moderna!

Enrique Frau lee las cuartillas que siguen:

“La materia carnal, hecha hombre, en fecha memorable chorreó la sangre, el líquido rojo que el cuerpo lleva como aliciente para vivir, se desbordó en toda su potencia delante los que por disciplina inalterable arrojaron el plomo inocente que había de acabar con el hombre.

La materia que en sí, lleva el espíritu, cayó exámine en medio de aquella tenebrosa tumba que por único regadío tuvo tanta sangre, vertida casi la mayor parte por ideales sanos. Allí el espíritu con el ánsia de hir de aquella fatídica fortaleza, voló y sobrepujando los silenciosos paredones que circuyen la fúnebre y horrenda fortaleza, bajó de la montaña al valle cosmopolita que lo recibe con cantos en los que hay la admiración por él y el mayor desprecio y aversión por los causantes del desastre mundial que el mundo se estremeció de rabia y consternación al ver que era verdad el cinismo de aquella frase de que “cuatro generaciones se acordarán de la represión”.

El mundo, la humanidad vigoriza por el ansia de hacer patente su repulsión a los que mofándose descaradamente condenan sin pruebas que culpabilicen contundentemente al acusado, a que dieron muerte, profiera en gritos anatemáticos delante la insignia de la patria, los cuales basatron para que la ola mugrienta cayese al fondeo del abismo, a rebelarse contra el destino que esta vez fiel justiciero condenó a los culpables al más grande escarnio que darse pueda a Director de Nación, esto es, que las naciones juntándose sin mediar tratados ni conferencias, espontáneamente derrumbasen al gobierno por imprevaricador y déspota.

La materia que yace dentro el sacrosanto cajón de piedra tosca, servirá para que las generaciones venideras puedan mostrar su afecto hacia el hombre que consagró bienes, fortuna y vida hacia el más grande de los ideales, esto es, el de regenerar la humanidad para que conozca el mal que roe miserablemente la parte sana, virgen, del vergel joven que pulula desordenadamente entre jirones de sabias doctrinas y también de cosas rancias.

El espíritu, que ideológico siempre asomaba los labios del infortunado ciudadano revolotea hoy incesantemente al lado de la juventud que puebla el mundo entero, y ésta juventud por el ansia de vengar la injusticia social perpetado en la Bastilla catalana, y la vejez por otra parte, demostrando tener el valor cívico aunque evolucionista, celebra e irá celebrando el 13 de octubre todos los años el aniversario del que en vida nada malo se le puede tachar y si le han de poner de relieve, la mayor voluntad por el bien del género humano, y se le irá conmemorando en reuniones en que el tema de ellas será el propagar la doctrina que el inolvidable maestro enseñaba para conocer la Verdad y dar a conocer también el Bien y el Amor que merece el semejante nuestro.

Compañeros: Ferrer murió. El oscurantismo que agobia por momentos al catolicismo en las ignotas cuevas conventiles, tramó el asesinato ilegal que perpetuase el 13  de octubre. Más hoy glorificámosle con el recuerdo que hacemos de él y la protesta que levantamos para que en el palacio Nacional que es donde se reúnen los provincianos se revisa el proceso, verdadera joya literal en que la farsa y la injusticia vense al momento que se lee el título, Proceso de Francisco Ferrer Guardia

Levante, pueblo, tu voz para que el mundo y la historia pase el nombre de Ferrer Guardia, que será el mejor galardón para la España liberal.

Gloria al invicto león

Que en medio de la inocencia

cayó herido en el corazón.

Dejando por herencia, Ciencia:

y cual adalid guerrero

que viniese de lejana tierra

gritemos, al mundo entero,

¡Viva la Escuela Moderna!

Bartolomé Frau dice que antes de usar de la palabra tiene que cumplir un deber que le ha confiado un compañero.

Lee las siguientes cuartillas de Antonio Crespí que no ha podido asistir al acto.

“Compañeros: como socialista, hoy que se conmemora la trágica muerte de Ferrer con este acto y que rememora para luchar, me creo obligado ya que no puedo asistir por encontrarme hoy ausente, a enviar mi más cordial adhesión acompañada de algunas líneas fiel expresión de mi pensar.

La personalidad de Ferrer es conocida por el mundo entero. Para serlo bastaría la persecución que sufrió con motivo del atentado régio. Pero quizá su personalidad tan discutida por progresistas y reaccionarios, es por demás vilipendiada y ensalzada por uno y otros.

Francisco Ferrer en sí es el fundador de una escula racionalista contraria a los fundamentos falsos en que hoy se asienta la Humanidad. Ferrer considerado bajo el punto de los mártires por un ideal, es el espíritu vivificador que despertó dormidas aspiraciones en los viejos y jóvenes luchadores.

Maura y su ligar teniente se equivocaron al decretar el fusilamiento de Ferrer. Buscaron paa escarmiento de los revolucionarios barceloninos y españoles, al hombre más conocido, a lque por su relaciones con los avanzados y librepensadores, al solo anucnio de su encarcelamiento se levantase un clamoreo enorme de miedo que subyugara las energías de los luchadores.

Quisieron en su ceguedad de poderío y en su sed de venganza, matar al jefe de la revolución. Sabian que Ferrer era inocente, pero el paso estaba dado y la plancha de los esbirros hubiera sido fatal para los gobernantes. Convencidos de su inocencia siguieron acumulando sobre la entonces humilde persona del mártir cargos falsos, testigos comprados y cartas antiguas que sirvieron a un consejo de guerra, para decretar el terrible fallo.

Los resultados fueron negativos. Si Ferrer hubiera sido efectivamente el director de la gloriosa revolución de Julio, no hubiera causado su muerte la protesta mundial. Vemos que a los ojos de los defensores de los régimenes que gobiernan las naciones, las sublevaciones en favor de ideas diferentes se consideran penables. La protesta que a manera de afrenta aguantó España, no iba dirigida a Maura ni al consejo de guerra que dictó tan torpe fallo; se dirigía al clericalismo que tanto combatió el insigne mártir por la libertad de conciencias. Ferrer perseguido por los ultramontanos desde largo tiempo ha dejado a su muerte, decretada la venganza. Mueren los hombres, pero las ideas quedan, germinan y florecen, como florecerían las escuelas racionalistas que librarán a las inteligencias de vanos prejuicios imbuídos por quienes sostienen las arcaicas religiones para prolongar el dominio del embrutecimiento.

Ferrer con su suplicio ha escrito en el libro rojo estas palabras: Civilización. Venganza.

Antonio Crespí.

Palma 13 de octubre de 1910.

Después de leídas hace constar que Francisco Ferrer no pertenecía a partido político alguno, sino que su obra no era más que la de educar al pueblo por medio de la enseñanza racionalista.

Entra a tratar de las ramas que contribuyeron a que el asesinato de Ferrer se consumara, diciendo que fueron las torpezas del ministerio tirano de Maura-La Cierva con la guerra de Melilla.

Añade que para probar la inocencia del director de la Escuela Moderna, bastan las declaraciones hechas por un compañero socialista, residente en la actualidad en el extranjero, el cual manifestó que Ferrer no habia tomado parte en el movimiento revolucionario del año pasado. Otra prueba –continúa diciendo- de que era inocente, es que los que efectuaron el movimiento, declararon que no había intervenido para nada.

Termina diciendo que  la mejor manera de honrar al mártir, consiste en fundar escuelas a imitación de la moderna de Barcelona.

Usa de la palabra el compañero Jaime Mari. Empieza su peroración manifestando que el acto que se está celebrando es de una importancia tal, que solo los verdaderos amentes de la libertad pueden concebirlo.

Acusa a la prensa neo de España y en particular a la de Palma de haber influido bastante para que se fusilase a Ferrer de lo cual –añade- protestamos de esto a la vez que también protestamos del fusilamiento del inocente.

Dice que los trabajadores tienen que educarse para que sean verdaderos luchadores de la libertad, añadiendo que para dejar campo abierto al desarrollo de sus aspiraciones, precisa derribar el régimen.

Se extiende en largas consideraciones sobre la misión que tiene la Juventud Socialista que no es más que la de educar a la clase proletaria, es decir, isla preparando para la lucha del porvenir.

Continúa diciendo que la educación de los pueblos hará desaparecer tanto zangano de convento que corroe a España.   

Vuelve a usar de la palabra Miguel Porcel, diciendo que el Gobierno de Maura, sabedor de que el pueblo no quería la guerra de Melilla, a la cual los socialistas y republicanos se opusieron a ella, apeló al infame abuso de mermarnos todas las libertades para conseguir su arbitrariedad.

También –continúa diciendo- encarceló a infinidad de socialistas y presidentes de sociedades de resistencia de Madrid. Ante semejante abuso vino después lo de Barcelona.

El fusilamiento de Ferrer indignó de tal modo a Europa, que todos los hombres sanos de corazón, exteriorizaron su más enérgica protesta que acabó con el tirano, que tal vez no volverá a levantarse.

Alude al gobierno de Canalejas , diciendo que éste está preparando otra guerra a Ceuta. Dice que los trabajadores deben estar a la espectativa de esto y si el caso llega, para corresponder al acuerdo del último Congreso Socialista de Copenhague, tiene que ser de nuevo impedida.

Por último dedica un recuerdo a la vícitma clerical, dándose por termiando el acto.

Todos los oradores fueron muy aplaudidos.

El lujo de precauciones policíacas fue extraordinario, pues se vieron a infinidad de agentes en el local.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 450, 22 de octubre de 1910

 

 

fideus