18 DE MARZO DE 1871

A medida que el tiempo pasa adquiere más relieve la famosa jornada, que, provocada por la burguesía francesa, efectuó hace treinta y nueve años el pueblo de París.

Su heroísmo, su honradez, el carácter profundamente revolucionario de algunas de sus resoluciones y el haberse hecho dueño del Poder político, de ese poder mantenedor hoy de la esclavitud de los productores, triturador mañana de los privilegios de los que viven explotando, no pueden menos de ser celebrados por los que aspiramos a que cese en el mundo el dominio de unos hombres sobre otros.

Si, celebramos con mayor satisfacción cada día el acto significado de La Commune de París el temple de alma de buen número de sus hombres, la generalidad y abnegación de casi todos sus defensores. Todo ello nos importa enaltecerlo y recomendarlo, no ya para tributar el merecido recuerdo a los que fueron nuestros precursores, sino para crear hombres capaces de imitarlos y aún superarlos cuando llegue el momento de que el proletariado se vea compelido a conquistar el Poder revolucionariamente.

No celebramos La Commune, como pudieran creer algunos ilusos, para iniciar a la masa obrera que cuando en una gran ciudad cuenten los trabajadores con organización vigorosa, con conciencia de sus intereses relativamente desarrollada, con arrestos y energías propios de tal estado de conciencia, se inserruccionen y conquisten el Poder. No, no pretendemos eso al glorificar la fecha del 18 de marzo de 1871.

Precisamente una de las cosas que más en claro ha puesto aquel hecho histórico es la imposibilidad de que pueda desalojarse el Poder a la clase capitalista sin que el movimiento revolucionario de los proletarios sea general. No dos meses que duró La Commune de París, cuatro que hubiera vivido, no habrían dado a los trabajadores de Francia el triunfo. Sin arraigo necesario las ideas igualitarias, con organización endeble la clase proletaria, era fatal, inevitable la caída de La Commune.

Lo seria hoy igualmente cualquier movimiento que se realizase en las condiciones de aquél.

No basta con la Democracia Socialista Alemana sea fortísima en Berlín, Maguncia, Leipzig y otras grandes capitales y centros obreros, para que la clase trabajadora conciencie de aquel país pueda triunfar.

No es suficiente que el Partido Obrero Belga domine en Bruselas, en Lieja y Amberes, y cuente con miles y miles de afiliados en las cuencas mineras, para que pueda asaltar con éxito la fortaleza capitalista.

Es poca cosa para que el Imperio austríaco ruede y se vea sustituido por un Poder obrero, el que existan en Viena, Praga y otras capitales de aquél país falanges socialistas.

No puede el Socialismo francés reemplazar todavía la República social aún disponiendo de fuerzas numerosas en País, Marsella, Lyón, Burdeos, Lille, Roubaix y otros muchos puntos.

Todos esos países, como Italia, Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Suiza, España y demás naciones europeas no tienen aún sus respectivos proletarios en situación de vencer a la clase capitalista, y sería grave error, torpeza que se pagaría muy cara, producir un movimiento de fuerza en una o varias ciudades, para que fueran sangrientamente sofocado por el Poder burgués y ocasionase un fuerte trastorno o un retroceso en la obra de educación, de vigorización y de unidad de pensamiento que viene realizando la clase desposeída.

El movimiento del 18 de marzo de 1871 no fue buscado por los hombres de La Commune; les fue impuesto por las repetidas provocaciones y los actos traidores de la burguesía francesa; y al realizarle, su valor, sus sacrificios y el marcado carácter social que tomó, hicieron de él la etapa más importante hasta entonces de la Revolución proletaria.

Celebrar eso y recordar con tan famosa jornada la lección que de ella se desprende, es lo que hacen y deben hacer siempre los trabajadores; no buscar pretexto en la conmemoración de La Commune para encarecer desalentadas empresas, que no podrían producir otra cosa que malas caricaturas de aquel inolvidable movimiento.

Para conmemorar La Commune

En Junta de Comité celebrada por la Agrupación Socialista el día 14 del presente, se acordó celebrar el XXXIX aniversario de la proclamación de la La Commune con un thé el día 19 del mismo mes a las tres de la tarde.

Terminada dicha reunión a las 8 y media del mismo la Juventud Socialista celebrará una velada literaria musical en conmemoración de dicho acto.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 419, 19 de marzo de 1910

 

En el Centro Obrero

Conmemoración de la Commune

El thé de la Agrupación

El sábado último día 19 a las tres de la tarde, la Agrupación Socialista conmemoró el XXXIX aniversario de la proclamación de La Commune de París con un thé en el local del Centro Obrero.

Al mismo asistieron buen número de compañeros.

Después de tomado el thé, el compañero que presidía Miguel Porcel, usó de la palabra ensalzando la labor de aquellos mártires que el 18 de marzo de 1871 se apoderaron de los destinos de la nación francesa.

Seguidamente hablaron los compañeros Paul, Crespí, Bisbal y Marí de la Agrupación Socialista y Antonio Crespí de la Juventud Socialista. Todos ellos hicieron historia de la Commune y de los medios de que se valieron los camaradas franceses para llevar a cabo la valiente empresa de apoderarse del poder de Francia. También hicieron resaltar las horribles medidas que la burguesía ante tal movimiento adoptó para apoderarse nuevamente del poder, lo cual, para conseguirlo, ordenó a sus esbirros que asesinasen al pueblo, lo que cumplieron haciendo entrar en París el ejercito de Versalles asesinando en plena calle a millares de trabajadores, creyendo con esto la burguesía haber cortado de raíz la semilla de los comuneros, lo que no consiguió nada, sino que, muy al contrario, ha ido esparciéndose por todo el mundo y ha dado sus frutos en millones de proletarios, que hoy siguen la misma táctica de aquellos mártires.

Terminaron recomendando a los reunidos, que cada cual de sí se convierta en un consecuente y activo propagandista de las ideas redentoras, que es el mejor modo de honrar la memoria de aquellos héroes.

Y después de breves palabras del Presidente, se dio por terminado el acto.

La velada de la Juventud

Después del thé y a las ocho y media de la noche, Juventud Socialista Palmesana celebró una velada literaia – musical, también en honor de La Commune .

La concurrencia que asistió a la misma fue numerosísima, hasta el punto de resultar insuficiente el local del Centro Obrero para contenerla.

El acto dio principio a las ocho y media de la noche.

Se recitaron varios monólogos que fueron muy bien interpretados por los compañeros que en ellos tomaron parte.

También el Grupo Artístico puso en escena un chistoso sainete que hizo destornillar de risa a la numerosa concurrencia allí congregada.

Todos los compañeros que en ella tomaron parte fueron justamente aplaudidos, por el carácter y matiz que supieron dar a los respectivos personajes que representaban.

Una banda de guitarras y bandurrias ejecutó bonitas composiciones durante la velada.

La concurrencia salió plenamente complacida de haber pasado un rato agradable.

La velada terminó a las once y media.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 420, 26 de marzo de 1910

FELANITX

El pasado domingo la Sociedad Federación Obrera Felanigense celebró un mitin de propaganda societaria y una velada para conmemorar la proclamación de la La Commune  de París.

A dichos actos asistieron representaciones de las colectividades obrera y socialista de Lluchmayor, Manacor y Palma, y usaron la palabra los compañeros Llaneras, Tarrasa, Garau, Secares, Tomás Miguel, Blanquer y Roca, siendo su labor premiada con aplauso por la numerosa concurrencia que lo mismo en el mitin que en la velada llenaba por completo el local.

Por no disponer de espacio no podemos publicar ni siquiera un pequeño extracto de los discursos.

EL OBRERO BALEAR

Núm. 420, 26 de marzo de 1910

 

fideus