VERDADES AMARGAS

 

Debemos decirlas los que a todo anteponemos la sinceridad, aunque para ello tengamos que sufrir honda pena; la clase obrera mallorquina y en especial la palmesana no responde, no ha respondido nunca, hasta el presente, en la proporción debida por lo numerosa que es y por ser Palma ya bastante industrial, a lo que demanda su deber en materia de organización sindical y política que ayude al movimiento del Proletariado mundial en su obra de mejoramiento inmediato y futura emancipación de la esclavitud del salario.

 

Resignados, indiferentes y faltos de toda enérgica voluntad para trabajar por su propia causa, los trabajadores palmesanos han descuidado en todo tiempo su educación social, y las veces que han dado señales de actividad e interés, asociándose y engrosando las sociedades de sus respectivos oficios, lo han hecho impulsados por momentáneo entusiasmo que ha desaparecido en la inmensa mayoría de ellos, en cuanto han visto que el deseado bienestar y la emancipación perseguida, no era cosa de lograrla de momento sino producto de porfiada e intensa labor y obra de continuados sacrificios personales en pro de la obra común que ha de librar a la Humanidad de la explotación que sufre nuestra clase.

 

Y no es que haya faltado quienes les indicasen la senda a seguir. No pueden alegar como causa atenuante de su idiosincrasia y falta de interés, el que no haya habido núcleos de obreros que les dieran ejemplo y les señalaran y recordaran sus deberes a todas horas. Los que forman parte de la Agrupación Socialista y la Federación de Sociedades Obreras, se han cuidado, durante largos años, de darles ejemplo a diario de constancia y firmeza de voluntad y de abrirse paso para que entraran cómodamente en la asociación.

 

A costa de incesantes sacrificios por parte del reducido número de compañeros que sostienen aquellos dos organismos, político y económico, s ha conservado y conserva en Mallorca enhiesta la bandera de las reivindicaciones proletarias, sufragando aquellos, con su personal esfuerzo, los gastos que ocasionan el sostenimiento de un local social; celebrando el gran número de mitins y actos de propaganda que han tenido lugar en esta ciudad; lanzando a la publicidad enorme masa de ejemplares de hojas sueltas y manifiestos en cuantas ocasiones se ha creído oportuno y de efecto útil para llamar a los trabajadores a la organización ya sindical ya política y llevando a cabo cuantos actos les ha sido dable para lograr este resultado, gastando en ello un considerable caudal de energía, sin que, por desgracia, se haya recogido el fruto que era de esperar.

 

Y aún se ha hecho más. Hace cerca de 7 años que la Agrupación Socialista echó sobre sí la pesada carga de publicar un periódico que fuera fiel defensor de la clase obrera y adalid de las doctrinas redentoras del Socialismo, y fue fundado EL OBRERO BALEAR.

 

Nuestro semanario, desde su aparición en el estadio de la Prensa, ha venido sosteniéndose gracias a la decidida voluntad de un puñado de hombres convencidos y del continuo esfuerzo pecuniario de los afiliados al Partido. A pesa de haber sido en todo momento baluarte desde el cual se ha batallado un día y otro por la causa del Trabajo y emancipación de los oprimidos, la clase obrra de esta ciudad no ha prestado el apoyo que debía para que el “Obrero” tuviera vida próspera, con el fin de que pudiera ensanchar su esfera de acción y fuera más eficaz su obra de propaganda y educación socialista y societaria.

 

Nunca, desde que salió a la luz EL OBRERO BALEAR ha podido éste cubrir los gastos y eso que jamás se han tenido que satisfacer otros que los de impresión y reparto; todo lo demás, absolutamente todo, se ha hecho y se hace gratuitamente, tanto los trabajos de redacción como administración, con el bien entendido de que los compañeros encargados de ello, pagamos nuestra correspondiente cuota de suscripción como cualquier otro ciudadano.

 

Pues bien, hay que decirlo; no obstante todas estas ventajas para la marcha económica del periódico, las cuentas se saldan con déficits que han tenido que cubrirse mediante prorrateos entre los individuos de la Agrupación Socialista, harto recargados siempre de cuotas para las atenciones del Partido, acción sindical y otros menesteres.

 

Esto no puede continuar, compañeros, trabajadores todos. Pensad que va para SIETE años que unos pocos venimos realizando este desproporcionado esfuerzo, esperando que vengáis en nuestra ayuda y el apoyo no llega. De seguir como hasta aquí, tememos que se agoten nuestras energías y no podamos continuar llevando la carga, no por falta de voluntad sino por agotamiento de fuerzas. Y ¡pensar que con un poco de querer por vuestra parte y un pequeño sacrificio pecuniario, podríais sostener desahogadamente un periódico que es, todo entero, de y para la clase obrera!

 

Meditad sobre las consecuencias que, para la causa de los desheredados, lleva aparejada en si, la desaparición de un periódico obrero y recordad que con veinticinco céntimos mensuales, a más de nutrir vuestro cerebro de ideas sanas y progresivas, contribuís al sostenimiento de una publicación que ha de ser, en todas ocasiones, humilde antorcha que ha de iluminar el camino que ha de recorrer el Proletariado para llegar a la meta de sus aspiraciones, y ha de defender, mientras exista, los derechos de los esclavos de la inhumana explotación capitalista, esto es, de todos los que la sufrimos.

 

EL OBRERO BALEAR, no os pide por ello gracia sino justicia.

 

Estáis interesados todos en ello

 

Es para el bien común.

 

EL OBRERO BALEAR

Núm. 340, 8 de junio de 1907

 

fideus/