Los zapateros

En la última reunión general celebrada por la Sociedad de Obreros constructores de calzado se tomaron los siguientes acuerdos que creemos de interés publicarlos para conocimiento de todo el gremio de zapateros y porque ellos en si revelan la actividad con que se llevan a cabo los trabajos de reorganización del oficio.

Se nombró un recaudador general para que efectúe la cobranza a domicilio, siendo elegido para dicho cargo el compañero Juan Payeras, acordándose retribuirle su trabajo en un 15 por 100 de la cobranza. Esta tendrá que hacerla el cobrador por toda la capital y por los suburbios más cercanos.

Se acordó además que el Comité nombre en los suburbios, de común acuerdo con los zapateros en ellos residentes, Comisiones representativas de la Sociedad a fin de que lleven la nómina de todos los socios de dichos arrabales, recojan sus impresiones y las tramiten a la Sociedad y mantengan vivo el espíritu de asociación. También quedó acordado celebrar varias reuniones de propaganda en dichos lugares, nombrándose al efecto una Comisión compuesta de los compañeros Miguel Bauzá, Vicente Paul y Lorenzo Bisbal, debiendo ir a celebrar la primera en La Vileta el próximo venidero domingo.

Respecto a los patronos que no están asociados a la Sociedad patronal se acordó que una Comisión les presente las bases de convenio establecido con dicha colectividad, para ver si lo aceptan, y en caso contrario que se les declare la huelga permanente y que la Sociedad proceda a quitarles todos los operarios, declarando traidores a todos los que se nieguen a abandonar el trabajo en dichos establecimientos.
Luego se trató la conveniencia de emprender una vigorosa campaña por los pueblos y por la isla de Menorca a fin de organizar a todos los zapateros de la Provincia y establecer la Federación Regional de los obreros constructores de calzado en Baleares.

Esta idea fue muy bien acogida por todos los reunidos, acordándose resolver en definitiva ese extremo hasta después de haber terminado los trabajos de reorganización en la capital, punto el más necesario ahora para dar solidez y firmeza a la mejora adquirida.

No desmaye la Sociedad de zapateros en la obra emprendida y siga adelante por el camino de la organización de todo el oficio en Baleares, pues is llega a ver realizadas sus aspiraciones, (y ello se hará si no decae la voluntad y la fe de los socios), será fácil cortar de una vez para siempre los males que abruman al oficio y a la competencia asesina de los mismos fabricantes y a su torpeza industrial y desmesurada codicia capitalista que los ha convertidos en sepultureros de una industria la más rica y floreciente de Baleares en otros tiempos.         

EL OBRERO BALEAR

Núm. 414, 12 de febrero de 1910

 

fideus