1921 –  Siempre el embrollo

Lorenzo Bisbal, el mismo individuo que el año pasado, en el mitin del 1º de Mayo en el Teatro Balear, ofrendaba su sangre en holocausto a la causa de los bolcheviques, ahora lleva ya publicados, en El Obrero Balear, dos artículos llenos de cortapisas y reparos contra los que decididamente se aprestan a servir la causa de los luchadores rusos. Para nosotros semejante proceder no nos extraña, porque conocemos perfectamente a Bisbal, conocemos su historia y ello nos da margen para profetizar casi casi de lo que es capaz.

Es su sagacidad perversa, su cuquería repetida constantemente, en una palabra, lo que ha hecho durante toda su vida de militante. Hacer un estudio de los prejuicios y flaquezas de la ignorante masa proletaria convertidos en tópicos para después explotar con exactitud y precisión las debilidades del infantil entendimiento proletario; de aquí la divisa de este hombre sutil, aprovecharse de las miserias de los pobres, para con ellas edificar su pedestal, en vez de procurar capacitarlos.

Al tratar de la escisión habida en el Partido socialista con motivo de la adhesión de los terceristas a la Internacional de Moscou, intenta infundirles compasión a los nobles corazones de los obreros, pretendiendo explotar su nobleza y de esta manera recuperar las simpatías perdidas por sus hechos sucios en esta última etapa de su actuación.

Si fuera hombre que por su edad hiciera sospechar cierta senilitud, podría pasar; pero nada de eso, la realidad del caso es que una vez más pone en juego uno de sus muchos recursos de su vasto repertorio para embaucar e iluminar a las gentes bonachonas y sencillas.

El sistema consiste en darles a comprender que se halla casi acabado, sin fuerzas, y si bien es exacto en parte, no lo es en absoluto. Energías ha tiempo le faltan para defender la causa de los esclavos, pero más que suficientes ha tenido y sigue teniendo, para defender a los poderosos, a la burguesía, y así procediendo, es cuando nos habla de favorecer intereses de la burguesía por medio de la escisión aludida, y evoca a Marx por sus palabras: “Trabajadores de todos los países uníos”. Magnífico exordio el de Marx, pero tú, Bisbal, manchas al Maestro con solo recordarlo. Tu a quien sirves es a los potentados, ora haciendo el juego a los negociantes de harinas averiadas, o bien defendiendo con tus campañas el becerro de oro don Juan March (a) Verga, y la implantación de nuevos y onerosos tributos (como el arbitrio sobre el pescado, por ejemplo) que siempre son pagados por el consumidor, que cuanto más pobre más paga, y más difícil se les hace soportar la carga. Sin perjuicio también de reconciliarse con el caciquil periódico “La Última Hora” y pedirles perdón por haberle tu mismo decretado el boicot cuando la huelga tranviaria, o bien confundirte con los burgueses buscando votos para formar sus comités de su Cámara de Propiedad.

Tú pronuncias así, Bisbal, porque sabes que los trabajadores tienen en gran estima el principio de la UNIÓN, tan elocuentemente pregonado por Marx, si fueras honrado les hablarías noblemente y les dirías:

“La Unión si, pero la de todos los parias, de todos los explotados que luchan por su emancipación; pero conmigo, y los infelices por mi embaucados, no debéis pactarla, porque mi objetivo es valerme de mi picardía y de su idiotez para seguir vendiéndome y venderles a ellos al enemigo común: a la burguesía,” Y si capaz fueras de tanta sinceridad y sobreviviera Marx, verías que salivazo de arrojaría.

¡Ya te gustaría que los que se separaron de tu Partido te siguieran para poderlos ofrendar a la burguesía ¡ ¿es así como sueñas la unión?

Tú y los tuyos os habéis pasado al enemigo con armas y bagajes, y conviene muy mucho a los trabajadores comprendan que los de la escisión son los que han sabido recoger la bandera de un ideal que mucho tiempo ha tu gozabas arrastrándola por el fango de tus traiciones.

Con tal de combatir a los buenos , no tienes empacho de hablarnos de autoritarismo y de dogmatismo, sin que recuerdes tu autoritarismo habitual y la idolatría bochornosa, por ti impuestas, que tan malos frutos ha dato en las filas proletarias, en particular, en “La Igualdad”, sociedad de obreros zapateros.

Te odiamos con odio africano, esto es verdad, pero este sentimiento es producto de nuestra convicción de que tu actuación es altamente perniciosa para la causa de los oprimidos.

J.B. *

CULTURA OBRERA nº 77

29 de enero de 1921

 

 

* Possiblement Jaume Bauzà Far