Estalla la catalanofobia

Memoria Civil, núm. 26, Baleares, 29 junio 1986

Apostillas a los "Mensajes catalanistas"

El "Missatge als mallorquins" fue avalado por un "comité de honor" formado por el presidente de la Generalidad (Companys), el consejero de Cultura (Ventura Gassol), el presidente del Parlamento Catalán (Cassasnoves), el alcalde de Barcelona (Pi y Suñer) y el presidente de pa Comisión de Cultura del Ayuntamiento barcelonés (C. Cortés).

En la "Resposta als catalans", que un grupo de mallorquines tuvieron a bien suscribir, decían éstos: "Ni la sensibilitat col·lecitva més rudimentària pot esquivar la meditació davant el fet viu d'una cultura catalana, arborada pels seus capdevanters com un estandart de futures victòries a la proa d'una nau de salvació en mig de la depressió espiritual que travessa i amenaça el món de l'occident".

"A bon gat encarregau el formatge", se os puede decir a vosotros, los que "elevareu la veu per contestar aquell missatge", a los que pos decís en la misms "Resposta": "mallorquins conscients, hereus i depositaris d'una tradició que ens emmotllà i en la transmissió de la qual està el secret de la nostra subsostència com a poble".

El 18 de junio, bajo el pomposo epígrafe "Comunitat Cultural Catalano-balear publicaba la prensa una nota en que se anunciaba el aplazamiento de la visita de los catalanes que se habían anunciado para los días 21 al 25 del mencionado mes y que no podrá llevarse a cabo hasta la entrada del otoño.

La pícara casualidad hizo que, transcurridas breves semanas, la "Generalitat" cual "gato de Mari-Ramos que halaga con la cola y araña con las manos", comenzase a enviarnos a aquellos elementos catalanes aéreos, de perenne recuerdo.

Y  a la vuelta de algunas otras semanas, sin aguardar "la entrada del otoño", pusieron su pie en Mallorca numerosos visitantes catalanes enviados por la "Generalitat".

Sobre la condición cultural de tales visitantes hablen Porto Cristo, Son Carrió, Cala Morlanda ...

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Jaime I Conquistador ganó a Mallorca para la civilización cristiana. Al mismo se refería la "Resposta"- Y otra ironía de la historia ha hecho que fuera el acorazado del mismo nombre de "Jaime I" el enviado a "la nostra illa" por la "Generalitat Catalana" y no por cierto como "nau salvadora en mig de la depressió espiritual que travessa i amenaça el món de l'occident".

Como clara prueba de tal depresión espiritual, aquí han estados aquellos emisarios de la "Generalitat" sembrando la barbarie y la desolación, y dejando bien marcadas, en medio de cadáveres, sus inmundas huellas con las inscripciones UHP, CNT., FAI, POUM, "Requisat per l'Estat Català", "Puerto Rojo", etc. acompañadas de la hoz y el martillo.

Si. La historia, madre de vida, tiene sus ironías, harto instructivas y elocuentes.

CORREO DE MALLORCA

18 de septiembre.

 

 

La destrucción de imágenes religiosas en el centro de los ataques a los catalanistas

 

"Si los lazos ideales que unen a Cataluña con todos los otros pueblos de la lengua catalana son igualmente fuertes y respetables, los que nos unen a Mallorca son de una naturaleza especialmente intangible ...  Los mallorquines han contribuido a nuestro Renacimiento con realizaciones esenciales. Es justo, pues, que les manifestemos nuestra gratitud y la consagremos en la forma más duradera, que la espiritual."

Estas y otras melosidades se publicaron el 23 de Mayo en el "Missatge" amoroso que nos dirigían los catalanes de la Generalidad a sus hermanos los mallorquines. Suscribían este "Missatge", en primer término, Luis Companys, Juan Casasnovas y Ventura Gassols. Dos meses después, exactamente el 23 de Julio, un avión de la Generalitdad inauguraba su serie de bombardeos contra la población civil de Mallorca.

No se trata ahora de comentar la actuación de esta Generalidad, doblemente traidora a España y a Mallorca. Cuando la felonía se convierte en hábito, cumple solamente anotar su reiteración a los efectos elínicos o criminales que procedan. Pero es el caso que entre los halagos del "Missatje" y los bombardeos de los aviones catalanes medió una "Resposta" firmada por elementos mallorquines, los cuales se apresuraron a señalar "antes que nada la triple afirmación de una unidad de sangre, de idioma y de cultura" y a hacer "afirmación de fidelidad a una patria natural que era - para los firmantes de la respuesta- la tierra en donde hablaba su misma lengua".

Contrasta la premura de la respuesta con el obstinado silencio que ha seguido a los bombardeos, robos y asesinatos decretados por la Generalidad de Cataluña contra los habitantes de mallorca. ¿No va ya siendo hora de que los que se equivocaron reconozcan noblemente su error? Y si no lo hacen, y persisten en su triple afirmación de fidelidad a quienes nos declararon una guerra cruel y estúpida ¿no será más conveniente, para ellos y para nosostros, que vayan pensando en evacuar nuestra Isla, que sólo puede ser para ellos un país enemigo?

CORREO DE MALLORCA

11 de septiembre

RESPUESTA DE LOS FIRMANTES A LA CONTESTACIÓN AL MENSAJE CATALÁN

Firmantes de la respuesta al mensaje catalán dirigido a los mallorquines y que, estos días, hemos tenido que recordar todos tristemente -nadie más tristemente que nosotros- hemos leído la nota aparecida ayer en la prensa de Palma.

Lo que en ella se nos pregunta viene contestado desde el primer día del Movimiento por todos nosotros con nuestra adhesión y cooperación, ocupando nuestros puestos de trabajo, y muchos además del suyo en el Ejército, Falange y micilias.

Cuantos nos conocen, así como a la inmensa mayoría de firmantes de aquel documento, saben que la turba destacada que violó nuestro suelo y profanó nuestros templos después de incendiar los de su tierra, no tienen nada que ver con nosotros.

Mensajes concebidos en los términos del que nos ocupa, avalados no sólo por unas autoridades invitadas como tales sino por centenares de nombres intachables, se constesta siempre y en todas partes con generosa cortesía. Cada cual responderá de la intención con que lo suscribiera. De la sangrienta traición  a su letra y a su espíritu, cúlpese no más a los que la perpetraron.

Nuestra solidaridad espiritual no es ni ha sido nunca con políticos cuya torpeza fraticida nos indigna, como a todos, y que nadie (y de ello dan testimonio las columnas de nuestra pensa) ha juzgado con más severidad que nosotros desde el histórico 6 de octubre de 1934..

En este terreno, como en todos, recogimos y mantenemos la herencia idea de Miguel S. Oliver, de Juan Alcover, de Miguel Costa, aludidos con oportunidad por nuestro Prelado en ocasión reciente; figuras cuya puereza y elevación son intachables, cuya alta españolidad nadie ha puesto jamás en entredicho y cuya obra respeta y venera de corazón todo mallorquín digno de este nombre.

Con pensamientos elevados es como queremos acompañar el gesto de abnegación del Ejército y de nuestras juventudes y colaborar en una atmósfera pura a la obra de la reconstrucción nacional

Palma a 17 de setiembre de 1936

Francisco de Sales Aguiló Piña.- Pablo Alcover de Haro.- Pedro Barceló.- Jaime Busquets.- Juan Capó de Valldepadrinas.- Guillermo Colom i Ferrà.- Miguel Deyà.- José Enseñat.- Bartolomé Ferrà.- Miguel Ferrà.- Andrés Ferrer.- Jaime Juan A. Fuster y Valiente,. Vicente Furió.- Salvador Galmés.- Antonio Jiménez.- Miguel Massuti.- Francisco de B. Moll. - Fausto Morell y Gual.- Ramón Morey.- Juan Muntaner.- P. Andrés de Palma.- Mateo Palmer.- Antonio Parietti. Martina Pascual viuda de Obrador. Felix Pons Marquès.- Juan Pons Marquès.- José Quiñones,. Rafael Ramis Tugores.- Antonio Reynés.- Guillermo Roca Maring.- José F. Rey.- Ignacio F- Rey.- Bartolomé Sagrera.- Antonio Salvà.- María Antonia Salvà,- Francisco Sancho.- Elviro Sans.- Francisco Sureda Blanes,- Damián Vidal Burdils.- Andrés Arbona Oliver.- Miguel Arbona Oliver.- Guillermo Colom Casasnovas-. Juan Marquès Arbona,- Miguel Marquès Coll.- Miguel Serra.- Jose Sampol Vidal,- Fernando Porcel.- Bernardo Juan.

NOTA.- Los señores que no han podido firmar hoy por la premura del tiempo o por hallarse ausentes, pueden expresar su adhesión a las precedentes líneas, dirigiéndose a cualquiera de los firmantes que anteceden.