La retirada de las tropas republicans: entre el "mando único" y la ocupación italiana Memoria Civil, núm. 27, Baleares, 6 julio 1986 Cuando el cuatro de setiembre de mil novecientos treinta y seis, abandonaban Mallorca las tropas del Capitán Bayo, se recrudecía -más aún si cabe- la represión física, avivada tres semanas antes con motivo del desembarco de las milicias republicanas en Punta Amer. Así que la aventura bélica tuvo para la población mallorquina no adicta al nuevo régimen, unas consecuencias bien diferentes a las que sin duda deseaban que tuviera quienes la auspiciaron, al margen de suponer un importante descalabro en el orden moral y bélico para Cataluña, ya que después de unos inicios fáciles que se produjeros en la conquista de Formentera y Eivissa, acabó casi en desbandada, pese a las excusas de Bayo. Lo cierto -lo indiscutiblemente cierto- es que los barcos republicanos abandonaron la costa mallorquina hostigados por los aviones italianos al servicio del ejército nacionalista, pese a que Prieto habia sugerido con anterioridad el reembarque de la expedición. De una expedición que nunca contó con el apoyo del Gobierno de Madrid, por lo que, al cabo de cincuenta años, aún persiste la duda sobre si Bayo planificó una retirada estratégica o si, simplemente, organizó la huída. Memoria Civil tratará en un número futuro -programado para el término de la serie sobre la represión que empezaremos a publicar a partir del próximo domingo -de ofrecer a sus lectores un amplio informe sobre el eco que halló en Barcelona el fracaso de la aventura, así como los detalles de la reconquista de Formentera y Eivissa por las tropas del ejército y la Falange. Sin embargo, antes -como ya hemos apuntado- Memoria Civil les ofrecerá un exhaustivo informe sobre lo que fue la represión física en Mallorca, a lo largo de ocho números, que verán incrementado su formato habitual de ocho a doce páginas, con el propósito de dar cabida a las listas íntegras de las personas a las que les fueron incautadas sus bienes y congeladas sus cuentas bancarias, así como de las asociaciones políticas y sindicales clausuradas por su vinculación al Frente Popular. Además, junto a las secciones habituales del suplemento, hallarán una crónica sobre las víctimas de la represión, así como las opiniones que sobre aquella época, sostienen los escritores Manuel Picó, Antoni Serra, Miquel López Crespí, Gabriel Florit, Gabriel Janer Manila, Joan Pla, Bernat Nadal y los historiadores Pere Jofrè y Mateu Morro. Al mismo tiempo -y sin renunciar a la narración cronológica de los hechos que no es habitual Memoria Civil reemprenderá la presentación de aquellos partidos y sindicatos que -como ya hiciera con Esquerra Republicana, PSOE y CEDA- tuvieron una clara incidencia en la vida social y sindical mallorquina antes del dieciocho de julio, como son el Partido Comunista, UGT y CNT, así como de Falange, que a partir de esta fecha se convirtió en el partido único. Precisamente con las opiniones de Joan Crespí -ex-sacerdote y fundador de Falange en Baleares- reiniciaremos esta serie el próximo número. |
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