Dos dias decisivos para una plan muy calculado (18 y 19 de julio) Memoria Civil, núm. 10, Baleares, 9 marzo 1986 Miquel Durán
En la ciudad sede de la Comandancia Militar de Baleares el sábado 18 de julio de 1936 la inquietud también era constante y el comunicado que el Frente Popular remitió a la prensa resultaba suficientemente sintomático al denunciar que los enemigos del Régimen republicano apelan a todos los medios para difundir noticias falsas tendentes a producir el confusionismo entre las masas populares; sobre todo si se tiene en cuenta que veinticuatro horas antes el general Goded ya había manifestado a los Jefes de los Cuerpos sus intenciones, aunque recabando para sí toda la responsabilidad.
Goded negó el "Movimiento" al gobernador Espina la mañana del 18 de julio El día 18 de julio acusó igualmente el desasosiego gubernamental que se hace pronto patente en el anuncio que el responsable de la Base Aérea del Puerto de Pollensa hace llegar a Comandancia: a las cinco de la mañana por órdenes superiores el avión de la LAPE había abandonado isla. Desasosiego que previamente había determinado que el gobernador Antonio Espina comisionara al Agente de Vigilancia Juan Vidal para que se trasladara al indicado puerto para descubrir la posible salidad de Goded. 10 horas En Telégrafos, despachos de los Ministerios de Gobernación y de Comunicaciones se interesaban asimismo por la situación de Goded, y Espina no sólo informa al Gobierno de que el general se halla en Palma sino que convoca a éste a su despacho. Precisamente en la misma mañana en que el comandante Salgado acudía a una convocatoria de los tenientes coroneles Martínez de Tejada y Garrido de Oro, este último de Estado Mayor, para recibir instrucciones reservadas. El general se dispone a personarse en el Gobierno Civil, no sin antes ordenar al teniente coronel Ferrer que en el Cuartel de Infantería de la Rambla prepararan una sección de ametralladoras por si fuera necesario actuar. Sin embargo antes de abandonar Comandancia el coronel Ramos Unamuno le da cuenta de su entrevista con el teniente coronel de la Guardia Civil Alvarez Osorio, y por tanto se sabe que la detención resultaría impracticable. Acude pues al despacho de Espina armado y acompañado de su ayudante Lázaro, aunque también pertinentemente escoltado por un coche que ocuparon cuatro oficiales de Caballería procedentes de Guadalajara, arrestados hasta aquel mismo día y disponibles gubernativos en Palma por resolución del ministro de la Guerra, previa solicitud de instrucciones por parte de Goded el día anterior. Goded penetró en el Gobierno con su acompañante, distribuyéndose en distintos puntos del edificio los Jinetes de Alcalá, mientras el teniente coronel Ferrer estaba apostado cerca del surtidor de la Rambla y el coronel Ramos aguardaba en el Born. Espina estaba acompañado de García, Darder, Ferretjans, Jaume Sureda y algún otro miembro del Frente Popular (hay dudas sobre la presencia de Ques) y le habló del Movimiento, preguntándole en que situación estaba él y la guarnición. Goded manifestó no saber nada de Movimiento y que por el momento estaba en su puesto y en el cumplimiento de su deber.
Falangistas a las órdenes de oficiales de caballería patrullaron desde primer ahora del 19 por las calles de Palma 13 horas Goded regresaba a Comandancia acompañado además del teniente coronel Ferrer que subió al coche general. Mientras tanto los mandos se iban acuartelando en espera de la orden de actuar. Concretamente en el de San Pedro desde primera hora de la tarde se aguardaban instrucciones. 16'10 horas Desde el Hotel Illa d'Or del Puerto de Pollensa el político Ruíz del Toro dirigía un telegrama de adhesión al presidente del Consejo de Ministros, al que siguió el de su compañero Ruíz Lecina. Habia pues ya constancia de que el alzamiento era un hecho. 18 horas Goded ya podía leer el telegrama recibido por el médico José Ma. Mulet y que puso en sus manos el comandante Torres: Maria dió a luz hermoso niño día 14 a las 5. Ambos perfectamente bien. Pedro. Telegrama que enlazaba con el del teniente de Ingenieros Clavería expedido el día 9 que anunciaba caso de producirse será posiblemente fin de mes. Se desvanecían pues las dudas y el día siguiente se declararía el estado de guerra en las Baleares; y en este sentido el general fue recibiendo a partir de este momento a los Jefes del Cuerpo para asegurarse de la persistencia en su propósito. A partir de aquí los acontecimientos se suceden precipitadamente. Así el secretario general del Gobierno Civil Ramón Martínez Sevilla, que había abandonado su despacho a las 16, es requerido por Espina que envía un automóvil a su domicilio de Ca'n Pastilla. 19 horas El gobernador enteraba a su secretario del telegrama del ministro de Gobernación dando cuenta de la sublevación del ejército de África y ordenando vigilar estrechamente a los militares. 21 horas El subsecretario de Guerra establecía conexión con el coronel Feliu, y en ausencia de éste el teniente coronel Martínez de Tejada le informó que de momento no había novedad, pasando de inmediato a referírselo a Goded. 22 horas Los líderes del Frente Popular al tener noticia fidedigna de los sucesos de África acudieron al despacho de Espina ofreciéndose para luchar contra los que se alzaran. Concretamente el alcalde de Palma Emilio Darder llegó al Gobierno acompañado, o seguido por poco tiempo después, por el jefe superior de Policía Municipal Diego Rullán y escoltado a prudente distancia por el cabo Salas Darder; no abandonó la sede del Gobierno hasta las 23,30, dirigiéndose a la casa de Bartolomé Nadal sita en Son Ferriol donde pasó la noche.
Corrida de toros suspendida el domingo 19
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19 de julio, domingo En la base del Puerto de Pollensa, donde era obvio que no se contaba con conexión con Goded y sus planes, al toque de retrata un sargento comunicó la orden de prohibición de escuchar la radio y leer periódicos. 02'30 horas Martínez Sevilla lee un extenso telegrama procedente del Ministerio de Gobernación enterando de los decretos sobre destitución de los mandos militares y declarando facciosos los estados de guerra que se declarasen, y ordenando que fueran publicados en un Boletín Oficial extraordinario, por haber aparecido en una Gaceta también extraordinaria del día anterior, es decir el 18. 03 horas La noche del 18 al 19 registró actividad inusual en el Gobierno Civil, ya que Espina recibió a Ferretjans, García, J. Feliu, Sureda y Cob que solicitaron la entrega de armas, y a lo que no accedió. Todavía a las 3'30 del domingo día 19 el periodista Bernardo Gaita intentaba que le abrieran la verja -cerrada poco antes, por orden de Espina- para saber el resultado de las gestiones.
Jaume Garcia defensor de la legalidad que vivió las últimas horas de la República 04 horas Llega al Gobierno el presidente de la Diputación García, que había sido localizado en la Casa del Pueblo, y que en uno de sus recorridos en el PM 5908 conducido por A. Julià hizo desistir a un grupo que en las inmediaciones de la Plaza de Cort intentaban asaltar el Círculo Mallorquín; García quería evitar un pretexto para la declaración de guerra. Su presencia en el Gobierno Civil obedecía a tener que ordenar a la imprenta de la Casa de Misericordia la publicación del Boletín de la Provincia el mismo domingo, y aseguró que en las primeras horas de la mañana las tropas saldrían a la calle, pues tenía la confidencia de que en el Regimiento de Artillería había orden de formar a las 5,30 05 horas Goded, que desde la tarde anterior estaba pendiente de la radio para detectar la señal del levantamiento de Barcelona consistente en himnos marciales a través de Radio Asociación de Cataluña, la orden de actuar, creen que de puño y letra del teniente coronel Garrido de Oro decía Santiago y España. A las 7'30 horas del día de hoy, ordene salgan las fuerzas a la calle, según está ordenando. El alzamiento ya estaba en marcha. 06 horas E. Darder ya había regresado a su domicilio. Previa conexión telefónica de Goded con el General Fernández Burriel se declaraba el Estado de Guerra, dando publicidad al bando -entregado por el general al Comandante Clar de Estado Mayor el día 10- . dos compañías de Infantería al mando del Capitán Ramón Fortuny y Truyols. Previamente a la salida de las tropas se personó en Comandancia el comandante de Infantería Mateo Llobera, agente de enlace de la Comandancia, que acababa de regresar de Barcelona a bordo del Ciutad de Palma y que del muelle se dirigió directamente a entrevistarse con Goded. Al enterarse el Gobernador Espina de que se encuentran soldados cerca de su sede llama por teléfono a Goded que le confirma el estado de guerra y le aconseja que se entregue o no responde de su vida, si bien después encargaría a García Ruiz que se le respetase por haberse portado como un caballero. Espina se dispuso a desalojar la vivienda y por mediación de Rullán Egea se gestionó que su numerosa familia pudiera alojarse en una vivienda de Bernardo Marquès, y reintegrado a su despacho ordenó a García y Sureda conectasen con la Casa del Pueblo para declarar la huelga general, y convocar a los obreros para que acudieran al Gobierno Civil. 07 horas Como ya se ha indicado había fuerza preparada, y a punto de intervenir dos columnas organizadas según órdenes reservadas: Una formada por dos secciones de fusiles, dos secciones de ametralladoras, una batería de 10,5 con material, y una sección de artillería a pié; la otra por dos secciones de infantería con fusiles ametralladoras, una batería de 7,5 con material, una batería a pié; y la Plana Mayor del Grupo de Campaña. Al frente de las columnas figuraban los comandantes Esquivias Zorita y Salgado Muro respectivamente. Las tropas tras ser arengadas por los mandos y municionadas con celeridad entraron en acción. Ocupación del Gobierno civil y la Casa del Pueblo Las tropas tomaron posesión del Gobierno Civil, procediéndose a la detención de A. Espina por el teniente Lisazoaín que había ocupado el edificio junto con el capitán Ramonell y el teniente Menéndez Zapico. También fue detenido parte del personal y se efectuó una registro minucioso, haciéndose fuertes las fuerzas, hasta la llegada del teniente coronel García Ruiz para hacerse cargo del Gobierno Civil y de toda su documentación. Mientras se producía la detención de Espina e inmediato traslado al cuertel de San Carlos permanecieron en su despacho García y Sureda, que pasaron a otra dependencia y después abandonaron el edificio. Una sección entretanto quedó en vigilancia permanente en la plaza Ramón Llull. Otras secciones atacaron y asaltaron la Casa del Pueblo, pudiendo efectuar solamente dos detenciones. Una ocupó la Plaza de Eusebio Estada para vigilar las Estaciones de FFCC y otra intervino en la ocupación del Ayuntamiento y de la Diputación.
La Casa del Pueblo, mañana del 19 de junio, tomada por el ejército y la Falange 08 horas Se había cumplido todos los cometidos previstos, pero una sección de Artillería vigiló los accesos a la ciudad, líneas de servicios de tranvías y autobuses, y obligó a los obreros a salir de grado o por fuerza. Se dispusieron medidas de vigilancia y seguridad en todas las baterías de la Costa en San Carlos para defender el puerto de Palma, en el cuartel de San Pedro con ametralladoras en prevención de ataques aéreos y en la Torre d'en Pau de cara a una eventual batida de la zona de El Arenal ante posible intento de desembarco. Asimismo personal militar ocupó las centrales de gas y electricidad que fueron militarizadas, controlando a los obreros, dominando rebeldías, y practicando detenciones.
Por orden de García Ruiz, nuevo gobernado civil, empezaron las detenciones
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